Publicaciones

Siete años después de la “Revolución de Jazmín” y tras cinco retrasos, parece que por fin llegan las esperadas elecciones locales (municipales y regionales en Túnez), convocadas para el 6 de mayo de 2018.  La pregunta más evidente es por qué han tardado tanto en celebrarse estas elecciones, por qué han sido dejadas para el final cuando en otras transiciones como la española se celebraron al principio.

Líbano celebra el próximo 6 de mayo elecciones legislativas después de 9 años, lo que ya es en sí mismo un gran acontecimiento y permite desbloquear el juego político. Pero además estos comicios vienen rodeados de algunas novedades importantes como la introducción de un sistema electoral proporcional y una movilización importante de la sociedad civil. Andrea Marugán García, estudiante en prácticas de la UCM, entrevista para OPEMAM a la especialista en Líbano, Amaia Goenaga, quien valora no sin cierto escepticismo las perspectivas electorales que se abren.

La actualidad política del país gira en torno al estado de salud del sultán Qaboos bin Said. Tras más de ocho meses de tratamiento médico por un posible cáncer en Alemania, las muestras de preocupación sobre el devenir del régimen más personalista del Golfo, tanto en Omán como en la región, han ido en aumento ante la incierta sucesión política. A día de hoy, no hay un sucesor nombrado ni heredero natural lo que conlleva a meras especulaciones. Y es que la historia contemporánea de Omán es en gran parte la historia de Qaboos.

Pakistán, a unos días de las elecciones, presenta un panorama de lo más apasionante. Se puede afirmar que el ejército y sus servicios de inteligencia han estado configurando los resultados de estas elecciones desde el anuncio de los resultados de las anteriores, en mayo de 2013. Pero en sus intentos por manipular el proceso electoral, están demostrando estar desesperados por conseguir un parlamento fragmentado, débil y liderado por un político acrítico. En resumen, un gobierno civil manejable.