Los tunecinos votan un nuevo Parlamento en medio de la creciente desconfianza hacia la clase política

Fuente: 
El Mundo
Fecha de publicación: 
06 Oct 2019
  • ROSA MENESES | TÚNEZ

06/10/2019 21:13

Siete millones de tunecinos tienen en sus manos este domingo el futuro de los próximos cinco años. Ellos eligen la composición del nuevo Parlamento, el segundo que se vota libremente desde la caída del dictador Ben Ali. Las elecciones legislativas se celebran eclipsadas por los comicios presidenciales que, hace tres semanas, castigaron a los partidos tradicionales para aupar a dos figuras populistas y antisistema. Se trata del profesor de Derecho Kais Saied y del magnate mediático Nabil Karui(encarcelado por blanqueo y fraude), que se medirán en segunda vuelta el próximo 13 de octubre. 

La cercanía de ambos procesos electorales ha creado cierta "fatiga electoral", provocada por la muerte prematura del presidente Beji Caid Essebsi, el 25 de julio, que obligó a adelantar las elecciones presidenciales previstas para noviembre. 

Tras una campaña tímida bajo la sombra de las presidenciales, los partidos han tirado la casa por la ventana esta semana para animar al desencantado votante. Música en directo, grandes pantallas proyectando vídeos promocionales, frases grandilocuentes, candidatos a pie de calle... Los grupos políticos han desplegado todos sus encantos, pero hasta el martes -cuando la Instancia Electoral Independiente (ISIE) ofrezca los resultados definitivos- no podrán saber si sus artes han surtido efecto. 

LA CLAVE DE LA PARTICIPACIÓN

Según el portavoz del Ministerio del Interior, Jaled Hayuni, la votación transcurre en condiciones securitarias normales. A las 11.00 horas (en Túnez hay una hora menos que en España), la tasa de participación había alcanzado el 6,5%, ha informado Anis Jarbui, miembro de la ISIE, en Radio Mosaïque. El porcentaje más alto se ha registrado en Ariana (ciudad de la periferia de Túnez), con un 13%. 

A cuatro horas del cierre de los colegios electorales, la movilización se ha dejado sentir en las urnas. Según ha informado la ISIE, a las 14.30 horas la participación alcanzó el 23,5%, "una tasa respetable", en palabras de Faruk Buaskar, vicepresidente de la autoridad electoral que está encargada de organizar la votación. La cifra final anunciada por la institución ha sido del 41,3%, un porcentaje inferior al de las presidenciales del 15 de septiembre (49%).

En el colegio electoral Zaim Ferhat Hashed, en el centro de Túnez, Hedi Hedef, miembro de la ISIE, ha lamentado que a media mañana "la participación es algo baja". "La tasa de jóvenes que han acudido a votar antes de las 12.00 no llega ni al 5%", ha constatado a ELMUNDO.es. "Me decepciona que la gente no participe en el proceso político, deben tomar conciencia de la importancia que tiene", afirma este estudiante de Ciencias Políticas y Jurídicas de 21 años oriundo de Ariana. Las urnas permanecen abiertas de 8.00 a 18.00. "Aún queda mucha jornada por delante", dice esperanzado Hedef. La afluencia en este colegio electoral, ha podido comprobar este diario, es sobre todo de familias con niños. 

"He venido a votar por un futuro mejor. Espero que las condiciones cambien. Hace falta un cambio radical en el país, sobre todo en materia de educación, donde el sistema ha fracasado y el nivel está bajando", expresa Henda Hashry, profesora, que ha venido a votar a la misma escuela donde enseña.

"El proceso democrático tunecino está sufriendo por la desafección política de los ciudadanos. Se augura una tasa de participación más baja que en las presidenciales, lo que muestra la desconexión entre la población, especialmente los jóvenes, y la clase política", señala a este diario Bosco Govantes, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos y responsable de la misión del Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPEMAM) que monitoriza estos comicios. "Además, el diseño del calendario electoral ha sido errático", añade con respecto a la coincidencia, en pocas semanas, de las elecciones presidenciales y parlamentarias, "lo que ha confundido al electorado y no ha diferenciado las dos campañas".

"Estas elecciones son un hito importante para Túnez. Personalmente esperaba más participación, porque los comicios legislativos son los más importantes. Creo que los ciudadanos no acaban de entender lo determinante que es elegir a sus diputados, Túnez debe hacer un esfuerzo para enfatizar esta idea", analiza Anna Luhrmann, miembro de la misión de observación electoral de IRI/NDI (dos entidades estadounidenses) y profesora de Políticas en la Universidad de Goteburgo (Suecia). 

MÁS DE 15.000 CANDIDATOS PARA 217 ESCAÑOS

Se la juegan para optar a un escaño, de los 217 que componen el Parlamento, un total de 15.737 candidatos, integrados en 1.572 listas electorales. Esto hace que la probabilidad de ser elegido sea del 1,4%. Se constata en estos comicios el auge de los aspirantes independientes, tendencia que ya se vio en las elecciones municipales de mayo de 2018, donde los no adscritos a ningún partido obtuvieron un tercio de los puestos. 

Esta vez, los independientes son más numerosos que los candidatos pertenecientes a una formación, al contrario de lo que ocurrió en las legislativas de 2014. Un total de 722 listas son independientes, 163 son de coalición y los partidos conforman 687 listas. Un panorama que rompe con la tendencia que desde 2014 ejercían los partidos principales en el poder, a la sazón En Nahda (islamoconservador) y Nidaa Tunes(una amalgama de tendencias de centro-izquierda, centro-derecha y pro benalistas aglutinadas en torno al fallecido Beji Caid Essebsi). 

Se espera que el electorado tunecino siga este domingo la tendencia que ya marcó en las presidenciales del pasado 15 de septiembre. "La gente ha perdido el interés por estas elecciones tras el shock de los resultados de las presidenciales. Muchos partidos todavía intentan sobreponerse a ello", explica Fadwa al Ouni, especialista en procesos electorales de IWatch, una ONG centrada en la transparencia. 

"Nos preparamos para un escenario de baja participación. Son unas elecciones importantes pero en la psicología de la gente las presidenciales son más relevantes, aunque Túnez ya no es un régimen presidencialista", continúa. "En estas legislativas continúa la tendencia en alza de desconfianza hacia la clase política y los partidos", señala analizando el aumento de listas independientes. "El votante huye de los partidos y piensa que los independientes tienen más integridad", describe. 

Pero Al Ouni advierte que no todo es así de inocente, ya que "hay independientes que en realidad son afines a partidos". Aunque precisa: "No tenemos información de qué lista tiene un partido detrás, pero se conocerá". La prensa tunecina los ha bautizado como "caballos de Troya" al servicio de ciertos partidos y coaliciones. 

UN PARLAMENTO FRAGMENTADO

Todos estos elementos hacen que los expertos esperen un paisaje político fragmentado en pequeños bloques, a modo de islotes parlamentariosrepartidos entre las corrientes islamista, revolucionaria, populista, errecedista (partidarios del antiguo régimen), centrista e independiente. El Parlamento saliente se compone de siete bloques políticos, con mayoría de diputados del partido de tendencia islamista En Nahda (68 diputados), tras la desbandada de Nidaa Tunes (el grupo que obtuvo el mejor resultado en las elecciones de 2014, con 86 escaños). 

Emergen grupos nuevos, como el partido creado en junio por el candidato presidencial, el populista Nabil Karui, Qalb Tunes (En el Corazón de Túnez), al que los sondeos auguran un buen resultado. O la formación del ex primer ministro Yusef Chahed, la centrista Tahya Tunes (Viva Túnez), rival directa de Qalb Tunes. Mucho se juega en estas elecciones En Nahda, en la picota tras no entrar en la segunda vuelta de las presidenciales y que presenta por primera vez a su líder, Rachid Ghanuchi, como cabeza de lista.

El sondeo de Sigma Conseil publicado al cierre de los centros de votación da por ganador a En Nahda, con el 17,5% de los votos, mientras que Qalb Tunes quedaría en segunda posición, con el 15,6%. Ambos partidos, sin embargo, han reivindicado la victoria electoral. Hay que esperar a los resultados oficiales definitivos, que no se harán públicos hasta el miércoles, para ver cómo se compone el espacio parlamentario. En todo caso, estas proyecciones parecen confirmar los augurios de alta fragmentación.

"La gente no sabe a quién elegir, porque no ha visto nada bueno", comenta Chadly, que no quiere dar su apellido, en el mitin de cierre de campaña de la Unión Democrática y Social, un partido nuevo liderado por Basma Al Jalfauia, viuda de Chokri Belaid, sindicalista asesinado en 2013. "Habrá castigo para los que mandaron en la legislatura anterior", asegura. Al Jalfauia compite por la misma circunscripción que Ghanuchi.