Análisis eventual

La pandemia de COVID-19 en Sudán: ¿Un nuevo desafío al proceso de cambio político?

Autor: María Ángeles Alaminos  Hervás

En un momento crucial para el afianzamiento del proceso de transición política y para la recuperación económica de Sudán, el país se encuentra actualmente en una compleja situación, tanto en el ámbito político y económico, como en el sanitario.

El 13 de marzo se registró la primera muerte por coronavirus en Sudán, y el 14 de marzo el Gobierno anunció el cierre de todas las escuelas, universidades, institutos religiosos y otros centros educativos del país. El 16 de marzo las autoridades sudanesas declararon la situación de emergencia sanitaria por la aparición de la cepa pandémica y decidieron el cierre de las fronteras del país y la interrupción del trabajo con excepción de los trabajadores considerados imprescindibles.  El 24 de marzo el Gobierno impuso el toque de queda a todo el país, desde las 20 horas hasta las 6 horas, con el objetivo de contener la propagación de la COVID-19. Además, a partir del 26 de marzo, se prohibieron todos los viajes internos, con la excepción de envíos humanitarios, comerciales o técnicos.Ante la amenaza de la propagación del coronavirus por todo el país, el Gobierno transicional anunció el confinamiento de la población del estado de Jartum el 13 de abril, y decidió prohibir las reuniones grupales y suspender las oraciones en las mezquitas durante el periodo de confinamiento, extendido hasta el 29 de junio al constituir Jartum el epicentro de la epidemia en Sudán.