Dos meses contando votos

Fuente: 
El Mundo
Fecha de publicación: 
15 Ago 2014

El recuento de los votos de las elecciones presidenciales en Afganistán se lleva a cabo en cuatro hangares gigantes de los que se utilizan para guardar los aviones. En el interior apenas hay luz, hace un calor asfixiante y decenas de personas discuten alrededor de mesas de plástico sobre las que se extienden montones desordenados de papeletas de votos. En los laterales se apilan centenares de urnas, y hay tal jaleo que aquello parece un mercadillo.

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Afganistán se celebró hace más de dos meses, el 14 de junio, y de momentosólo se ha recontado el 30% de los votos. El 7 de julio se dieron a conocer unos primeros resultados preliminares, según los cuales el economista Ashraf Ghani ganaba los comicios con el 56,44% de los sufragios, pero se decidió hacer una auditoría: recontar de nuevo todos los votos porque se calcula que más de un tercio son falsos.

Tras más de cuatro semanas, el caos continúa y a simple vista parece que va para largo. Las tropas internacionales han trasladado a las dependencias de la Comisión Independiente Electoral (IEC) en Kabul las 22.828 urnas que se distribuyeron por todo el país para la segunda vuelta. Ahora todas las papeletas se concentran en esos cuatro hangares donde se lleva a cabo el recuento. Si se destruye uno de ellos, la democracia en Afganistán salta por los aires. Las elecciones se van al traste. Tropas estadounidenses y gurkas nepalíes se han desplegado en el recinto por primera vez, los observadores electorales internacionales se mueven pertrechados con chaleco antibalas y casco, y hay policías afganos por todas partes.

"Falsa, falsa, falsa...", va diciendo Saludin Ahmadi, un interventor de Abdullah Abdullah -el candidato perdedor según los resultados preliminares-, mientras un empleado de la comisión electoral le va mostrando papeletas y dejando a un lado las que el interventor descarta como buenas. "No estoy de acuerdo. ¡Esos votos no son falsos!", replica Abdul Matin, un interventor de Ghani, que observa cruzado de brazos y con morros a los otros dos hombres.

Ahora el nuevo recuento no consiste en saber cuántos votos tiene cada candidato, sino cuáles son falsos. El día de los comicios los electores debían indicar con una cruz el candidato por quien querían votar, cuyos retratos y nombres aparecían en la papeleta. Ahora se trata de comparar las cruces para comprobar si son iguales o muy parecidas, porque eso significaría que una misma persona las hizo de su puño y letra para llenar las urnas fraudulentamente. Es una tarea para volverse locos.

Durante las últimas semanas interventores de los dos candidatos han llegado a las manos porque no hay manera de que se pongan de acuerdo. Los votos falsos para unos, son verdaderos para los otros.

"Los observadores internacionales son los que tienen la última palabra", asegura Noor Mohammad Noor, portavoz de la IEC. Cuando las peleas empiezan en los hangares, asesores extranjeros de las Naciones Unidas (ONU) son quienes actúan como árbitros, según ha podido comprobar EL MUNDO. El jueves la ONU contaba con 81 asesores en la comisión electoral, pero su objetivo es llegar a 122, declaró su máximo responsable, el experto internacional Jeff Fischer, que respondió diversas preguntas por email a este diario, pero se negó a conceder una entrevista personal.

Acusaciones de los interventores

Los interventores de Abdullah se quejan de que "el recuento es una farsa". "La comisión electoral y la ONU quieren que gane Ghani", dicen. De hecho, hay muchos interrogantes abiertos. La ONU ha actuado como asesora de la comisión electoral en la organización de los comicios y el recuento de los resultados preliminares. ¿Cómo no detectó entonces que había un tercio de votos falsos? ¿Y cómo es posible que ahora sea árbitro de la auditoría?

"La credibilidad de los resultados determinará que haya paz y estabilidad en Afganistán. Espero que la ONU lo haga bien.Nosotros observamos a todos los que participan en el proceso, incluida la ONU", ha declarado el jefe de los observadores de la Unión Europea, Thijs Berman, en conversación telefónica con EL MUNDO desde Bruselas, dando a entender que ellos están dispuestos a tirar de la manta como ya lo hicieron en 2009. Entonces denunciaron la existencia de un millón y medio de votos falsos.

"Las decisiones finales de si los votos son válidos o no la toma la junta directiva de la comisión electoral", ha afirmado Fischer, lavándose las manos. Sea como sea, el recuento se tiene que acabar ya, este mes. La OTAN celebra su próxima cumbre el 4 de septiembre. Para entonces Afganistán debe tener un nuevo Gobierno. De lo contrario, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, ha anunciado que retirará todas sus tropas del país asiático a final de año.