Polémica en Malasia ante la ley de las «amputaciones y lapidaciones»

Fuente: 
ABC
Fecha de publicación: 
01 Jun 2016

A Kartika Sari Dewi Shukarno su primera cerveza le salió cara. En julio de 2009, esta joven malasia, entonces de 32 años, era condenada a sufrir seis latigazos con una vara de mimbre tras ser vista consumiendo alcohol en un resort de Cherating, en el estado de Pahang, unos meses antes. La sentencia despertó una sonora protesta internacional ante la intromisión de la sharía o ley islámica en la esfera privada de la población de Malasia. Finalmente, la pena sería conmutada por servicios a la sociedad.

Otras mujeres, sin embargo, no han tenido tanta suerte. En febrero de 2010, tres jóvenes eran azotadas en una prisión cerca de la capital, Kuala Lumpur, por practicar sexo fuera del matrimonio.

Entonces, quien ejercía de ministro del Interior (ahora titular de Defensa), Hishammuddin Hussein, reconocía en un comunicado que «(la sentencia) se llevó a cabo a la perfección. A pesar de que la paliza no hizo daño físico, (las mujeres) aseguraron que esta causó dolor en su interior».

Comentarios como el anterior demuestran el giro hacia el extremismo religioso del país asiático. Por ejemplo, solo en la última década, el número de leyes de base islámica se ha cuadruplicado en Estado.

Y ahora, una propuesta parlamentaria para introducir el hudud -ley que apela, entre otras cuestiones, por la amputación de extremidades a ladrones o la lapidación de adúlteros- vuelve a levantar polvareda.

El proyecto fue presentado el pasado jueves por Abdul Hadi Awang, presidente del partido opositor Pan-islámico de Malasia (PAS), y se debatirá el próximo octubre, aunque cuenta con el beneplácito de parte del Gobierno.

«Las principales preocupaciones (sobre la ley) son acerca de sus aspectos legales y constitucionales», denuncia a ABC Andy Yong, miembro del opositor Gerakan Rakyat (Movimiento Popular de Malasia), para quien la intención de los padres de la patria nunca fue la generación de un Estado islámico.

Yong es uno de los más fieros críticos del proyecto. Sobre todo, ante la configuración multi-étnica del Estado: los no musulmanes representan el 40% de la población de Malasia y se sienten cada vez más discriminados por las políticas gubernamentales.

En este sentido, el primer ministro, Najib Razak, asegura que la ley de la polémica no es hudud como tal, sino «un castigo mejorado» y que se aplicará solo a los musulmanes, bajo la jurisdicción del tribunal de la sharía.

Conflicto religioso

Para el opositor Yong, no obstante, la propuesta de ley encierra conflictos como «qué hacer en caso de violación o robo, cuando una víctima es de una religión y el perpetrador de otra».

De forma similar se posiciona el presidente de la Asociación China de Malasia y ministro de Transportes, Liow Tiong Lai, quien amenaza con abandonar el gabinete de aprobarse la propuesta. «La aplicación de la ley hudud es contraria al espíritu de la Constitución Federal y arruinaría la relación entre los grupos étnicos en el país», reconoce.

En este sentido, diversos analistas aseveran que la intención real de la medida es apaciguar a la oposición del PAS de cara a los comicios parlamentarios del próximo 18 de junio, donde se encuentran dos asientos en juego. Sobre todo, ante el escándalo que salpica en las últimas fechas al primer ministro Razak y al fondo estatal 1Malaysia Development Berhad (1MDB). La crisis se remonta al pasado año cuando el mandatario fue acusado de haber recibido cerca de 700 millones de dólares en sus cuentas bancarias privadas.

Eduardo S. Molano

Fuente: http://www.abc.es/internacional/abci-polemica-malasia-ante-ley-amputacio...