Fuente:
LA VANGUARDIA
Fecha de publicación:
07 Jun 2019
La campaña electoral de los candidatos para los comicios presidenciales de Mauritania, que se celebrarán el 22 de junio, comenzó la pasada medianoche en todo el país y de ella saldrá el sustituto de Mohamed uld Abdel Aziz, en el poder desde hace once años.
Los candidatos comienzan desde hoy a recorrer el país en busca del voto de los indecisos, aunque hay pocas dudas con respecto al resultado, al menos en su primera vuelta.
Como gran favorito parte el "candidato del poder", el exministro de Defensa Mohamed uld Ghazouani, apoyado por el poder en un país donde jamás el candidato oficialista, sostenido por el régimen, ha perdido una elección.
En esta ocasión, no solo la mayoría parlamentaria apoya a Ghazouani, sino que el presidente saliente Abdel Aziz le ha dado su apoyo sin tapujos y en el primer mitin celebrado en Nuadibú (capital económica, al norte del país), lo llamó "mi candidato".
El aún presidente en ejercicio Aziz fue recibido en el Aeropuerto de Nuadibú con gran aparato por los partidarios de Ghazouani, con quienes compartió una cena antes de desplazarse juntos a la tribuna para el arranque de la campaña.
Según todos los analistas, este respaldo sin matices se explica por la voluntad de Aziz de permanecer cerca del centro del poder mediante la promoción de un hombre que ha sido su compañero de estudios, su amigo y su cómplice en los dos golpes de estado de 2005 y 2008.
Esta salida, que recuerda a las elegidas por Vladimir Putin en Rusia o Erdogan en Turquía, se presenta así como la mejor solución de recambio una vez que Aziz no quiso ceder a la tentación de cambiar la constitución, que prohíbe la acumulación de más de dos mandatos presidenciales de cinco años.
El hombre fuerte de Mauritania llegó al poder por un golpe de estado en 2008, y al año siguiente convocó elecciones presidenciales que ganó de forma aplastante, una victoria que revalidó en la siguiente cita de 2014.
La intención de Aziz de permanecer cerca del poder es explicada por algunos observadores por su supuesto temor a ser "maltratado" por sus detractores una vez perdida la protección oficial, un peligro que supuestamente procedería de sus dos grandes rivales, el multimillonario Mohamed uld Bouamatou y el opositor Mustapha uld Limam Chavii.
Ambos han sido acusados, respectivamente, de corrupción y de connivencia con el terrorismo, y sobre ellos pesan sendas órdenes de arresto internacional emitidas por la justicia mauritana.
Además de Ghazouani, hay cuatro candidatos con apoyos innegables en distintas capas de la población y que demuestran al mismo tiempo la dificultad que la oposición tiene de unir sus fuerzas contra el oficialismo
En primer lugar está Sidi Mohamed uld Boubacar, un economista reputado por su moralidad y apoyado por los islamistas de Tawassol, principal grupo opositor y de lejos el mejor organizado, y apoyado al mismo tiempo por el empresario Bouamatou.
En segundo lugar está el líder antiesclavista Biram uld Abeid Dah, que ya se presentó en las presidenciales de 2014 y fue el segundo más votado. Este hombre que ha pisado la prisión en varias ocasiones representa la voz de los "harratines", descendiente de los antiguos esclavos.
Viene luego Mohamed uld Maouloud, izquierdista y sostenido por la Reunión de Fuerzas Democráticas (RFD) del emblemático dirigente Ahmed uld Dadah, y Kane Hamidou Baba, que espera obtener sus apoyos entre los negroafricanos del sur del país, área donde comenzó su campaña.
Y aunque la oposición no ha sido capaz de consensuar un candidato común, los cuatro se reunieron hace unos días para comprometerse a apoyar al que de ellos consiga pasar a la segunda vuelta electoral.
Esa segunda vuelta que se celebraría el 6 de julio no se producirá si Ghazouani obtiene más del 50% de los votos en la primera. De ahí los esfuerzos del oficialismo por zanjar la elección en la primera vuelta.
EFE - Maarouf uld Daa
