Morsi deroga el decreto que le concedía amplios poderes

Fuente: 
El País
Fecha de publicación: 
08 Dic 2012

El presidente egipcio, Mohamed Morsi, ha anulado el decreto presidencial del 22 de noviembre por el que se blindaba tanto él como la Asamblea Constituyente ante cualquier sentencia judicial. Morsi ya había decidido modificar esta declaración constitucional que le otorgaba amplios poderes y que está en el origen del conflicto que sacude el país desde hace más de dos semanas. Según había anunciado este sábado el primer ministro, Hicham Kandil, Morsi había encargado hoy a seis expertos -juristas y personalidades políticas- que cambien el decreto. "El grupo se ha reunido para redactar un nuevo texto que podría estar listo esta noche o mañana por la mañana", precisó el primer ministro a la televisión privada Al Mehwer. Horas antes, la cadena catarí Al Yasira, había adelantado que Morsi estaba dispuesto a firmar una nueva declaración constitucional, condición que exigía la oposición para empezar a dialogar.

Precisamente esta mañana el Ejército ha roto su estrepitoso silencio para exigir a las partes que acaben con el enfrentamiento. En su primer comunicado oficial desde el inicio de la grave crisis que padece Egipto, las Fuerzas Armadas han instado a Gobierno y oposición a resolver sus diferencias a través del diálogo, advirtiendo que no tolerarán que el país caiga en el caos. “Las Fuerzas Armadas afirman que el diálogo es la mejor y única forma de conseguir un consenso. Lo contrario nos llevará a un oscuro túnel que resultará en una catástrofe, y eso es algo que no podemos permitir”, reza el comunicado, todo un aviso a ambos bandos de que el Ejército no permitirá que el actual conflicto degenere en una confrontación civil. Las Fuerzas Armadas son la institución más poderosa del Estado. Los generales asumieron las riendas del país tras la revolución de 1952, y no las cedieron hasta el pasado mes de junio, una vez elegido Mohamed Morsi.

A pesar de haber abandonado el primer plano de la escena política, el Ejército sigue considerándose el garante último de la seguridad de la nación, tal como reiteró en el comunicado, leído por un portavoz y retransmitido en directo por la televisión pública. “Las Fuerzas Armadas asumen su responsabilidad de preservar los intereses vitales del país, y de proteger y asegurar puntos neurálgicos, instituciones públicas y los intereses de los ciudadanos inocentes”, afirmó el portavoz.

Desde el inicio de la crisis, el silencio del Ejército se ha interpretado como una muestra de su neutralidad en la lucha de poder que libran el Gobierno y la oposición. La Guardia Republicana, una unidad militar de élite, ha sido la encargada de proteger el palacio presidencial, escenario durante los últimos días de protestas y enfrentamientos. Sin embargo, el Ejército en ningún momento ha utilizado la fuerza para reprimir a los manifestantes. De hecho, los activistas consiguieron el viernes romper el perímetro de seguridad en torno al palacio ante la pasividad de los uniformados.

Docenas de personas permanecen acampadas frente a la sede de la presidencia, pero por primera vez en casi una semana, ayer no se registró ninguna manifestación multitudinaria, ni tampoco enfrentamientos entre partidarios y detractores del rais islamista. Hasta ahora, las refriegas se han cobrado la vida de nueve personas, y han dejado más de un millar de heridos. Además, cerca de 40 sedes de los Hermanos Musulmanes han sido objeto de ataques.

En un intento de implicar de forma más directa a las Fuerzas Armadas en el mantenimiento del orden, Morsi prepara un decreto en el que otorga a la institución mayores poderes, según el diario Al Ahram. Entre ellos, figuraría la capacidad de detener civiles, una potestad reservada a la policía después de que la Junta Militar levantara el pasado mes de mayo el estado de emergencia, que había estado vigente de forma ininterrumpida durante más de tres décadas.

“Las Fuerzas Armadas están para coordinar la preservación de la seguridad y la protección de complejos vitales junto con la policía”, establece el documento, al que ha tenido acceso Al Ahram, que asegura que el texto fue aprobado por el Ejecutivo presidido por el primer ministro, Hisham Kandil, en su última reunión.

Mientras tanto, Morsi celebró esta tarde una reunión en el marco del “diálogo nacional” que ofreció el jueves en su discurso televisado. Al encuentro, que se prolongaba entrada la noche, acudieron el gran imán de la mezquita de Al Azhar, Ahmed Tayeb, líderes de la corriente salafista, varios conocidos intelectuales, el ex candidato presidencial Ayman Nour y representantes de otros partidos menores, así como también de algunas instituciones del Estado. Pero no se presentó ninguno de los líderes más prominentes de la oposición.

El Frente Nacional de Salvación, que agrupa a los principales partidos de la oposición institucional, rechazó participar en la reunión ya que exige como condición la retirada del “decretazo” de Morsi, origen de la actual crisis, y la suspensión del referéndum constitucional, previsto para el próximo 15 de diciembre.

En una conferencia de prensa, los líderes de los Hermanos Musulmanes reiteraron su apoyo a la celebración de la consulta popular en la fecha prevista. “Lo que está sucediendo es una competición política. Tenemos que recurrir a las urnas. Compitamos con honor”, declaró Mohamed Badie, el Guía Supremo de la Hermandad.

En la presente crisis, los islamistas se quieren presentar como los defensores de la estabilidad, amenazada por el intento de elementos contrarrevolucionarios de sembrar el caos. “Nosotros no realizamos tareas propias de las instituciones estatales, pero las defendemos contra aquellos que quieren sabotearlas, y nos sacrificamos y ayudamos a los servicios de seguridad”, declaró Badie, negando las acusaciones de que la Hermandad pretende suplantar al Estado para imponer una dictadura de partido.

 

Ricard González

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/08/actualidad/1354972576_489254.html