Analisis post-electoral ARGELIA Elecciones presidenciales 12 de diciembre de 2019
Rafael Bustos | 17 Ene 2020
Las elecciones presidenciales del 12 de diciembre fueron de todo menos normales. El movimiento de protesta popular conocido como Hirak argelino había conseguido hasta entonces provocar la dimisión del longevo y enfermo presidente Buteflika y la anulación por dos veces de las elecciones presidenciales (abril y julio). Estas habían sido retrasadas sine die hasta que se dieran circunstancias más propicias. No es que el Hirak, que arrancó el 22 de febrero de 2019, precisamente al conocerse la voluntad de presentar a Abdelazziz Buteflika a un quinto mandato presidencial, haya amainado, sino más bien que la cúpula del ejército argelino que ha tomado las riendas del régimen entendió que Argelia no podía llegar a 2020 sin un presidente civil electo, especialmente teniendo en cuenta la delicada situación económica y de gestión que atraviesa el país. De ahí un empecinamiento descomunal en organizar estas elecciones, pese a un clima de protesta y rechazo generalizado en las calles del país. Por su parte, el Hirak que se había reunido en varias ocasiones a lo largo del verano y el otoño, tampoco fijó líneas claras sobre qué pasos habrían de darse y si debía o no elegir sus representantes, manteniéndose en la posición mínima de consenso: no a las elecciones, excarcelación de presos de opinión y libertad informativa.