El presidente de Túnez depone al primer ministro y congela el Parlamento

Fuente: 
La Vanguardia
Fecha de publicación: 
26 Jul 2021

El presidente tunecino, Kais Saied, anunció este domingo el cese del primer ministro, Hichem Mechichi, y la suspensión del Parlamento así como la retirada de la inmunidad parlamentaria de todos los diputados "para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad". Estas medidas llegan tras las violentas protestas que han sacado a miles de personas a la calle para reclamar el cese del Gobierno. Un movimiento germinado por la crisis política y económica, endémica desde el advenimiento de las primaveras árabes, y agravada las últimas semanas por el último brote de coronavirus.

Saied, que ocupa la presidencia desde el 2019, asume así el poder ejecutivo hasta el nombramiento de un nuevo primer ministro para traer la calma al país "con la ayuda de un gobierno cuyo presidente será designado por el jefe de Estado", detalló. Una medida que viene acompañada con la congelación durante 30 días del Parlamento. "La Constitución no me da la posibilidad de disolverlo, pero no me impide suspenderlo", defendió el mandatario al término de una reunión urgente con altos cargos del Ejército y de las fuerzas de seguridad. "Estamos atravesando momentos muy delicados en la historia de Túnez", añadió. La medida fue recibida en las calles por cientos de personas con cánticos, gritos y pitar de claxons mientras efectivos del ejército rodeaban el Parlamento y la televisión pública.

Este giro de los acontecimientos sacude la joven democracia tunecina, que desde la aprobación en el 2014 de una Constitución se rige por un sistema parlamentario mixto, en el que el presidente tiene la diplomacia y la seguridad como prerrogativas. El partido Enahda, mayoritario en el Parlamento y antiguo socio de Saied, ha denunciado esta medida por boca del presidente del Parlamento, Rachid Ghanuchi, que la ha tildado de "golpe contra la revolución y la constitución".

El enfrentamiento entre Saied y los islamistas de Enahda ha llevado la parálisis
 a las instituciones

Entre los motivos que han azuzado las protestas, está el enfrentamiento entre partidos, especialmente entre el líder del Parlamento Rached Ghannouchi -también líder del partido islamista Ennahdha- y el presidente Saïed, un choque que paraliza a las autoridades públicas desde comienzos de año, cuando el Parlamento apoyó una profunda remodelación del Ejecutivo, con cambios en once de sus 25 carteras. El presidente Saied, se negó a aceptarla al considerar que no fue consultado previamente y debido a las sospechas de conflicto de intereses que planean sobre algunos de los nuevos miembros.

Esta crisis política se suma a la falta de anticipación del gobierno ante la crisis sanitaria, que ha dejado a Túnez sin reservas de oxígeno. Con casi 18.000 muertes para 12 millones de habitantes, el país tiene una de las peores tasas de mortalidad del mundo por covid, lo que la ha llevado a imponer nuevos bloqueos para tratar de atajar uno de los peores brotes de África.

Con casi 18.000 muertes para 12 millones de habitantes, Túnez tiene una de las peores tasas de mortalidad del mundo por covid

Todo esto sucedía mientras el país celebraba este 35 de julio la fiesta de la república, en el 64.º aniversario de su independencia, efeméride elegida por los grupos antigubernamentales, que desde hace días animaban a salir a la calle desde las redes sociales. Los manifestantes, la mayoría jóvenes, se encontraron enfrente a las fuerzas de seguridad, especialmente en Túnez, donde los bloqueos policiales bloquearon todas las calles que conducen a la arteria principal de la capital, Avenue Bourguiba. La avenida fue un lugar clave para la revolución tunecina de hace una década que derrocó un régimen dictatorial y desató los levantamientos de la Primavera Árabe. La policía también se desplegó alrededor del parlamento, impidiendo el acceso de los manifestantes utilizando para ello gas lacrimógeno.

Los enfrentamientos se produjeron también en otras ciudades, sobre todo en Nabeul, Sousse, Kairouan, Sfax y Tozeur. Los manifestantes también irrumpieron en las oficinas de Ennahda, la fuerza mayoritaria en el Parlamento. El partido denunció el ataque, diciendo que "bandas criminales" de dentro y fuera de Túnez intentaban "sembrar el caos y la destrucción". Asimismo, en declaraciones a la radio local Mosaïque FM, uno de los principales líderes del partido, Ali Al-Arayedh, calificó la decisión del presidente de "golpe de Estado contra las instituciones del Estado".

 SERGIO LOZANO