Análisis pre-electoral

Elecciones legislativas de Túnez

El día 26 de octubre se celebrarán las tan esperadas primeras elecciones legislativas de la democracia. Justo tres años después de las elecciones a la Asamblea Constituyente (23/10/211) que permitieron encarrilar la transición iniciada con el derrocamiento de Ben Ali y su mafioso partido-Estado, el RCD.  El tiempo de espera ha sido mucho más largo de lo previsto inicialmente (un año) y no ha estado exento de sobresaltos y tensiones, como el asalto a la embajada de EEUU (sept. 2012) o los asesinatos de dos políticos izquierdistas (Chokri y Brahmi) en 2013.  La inestabilidad  gubernamental a pesar del acuerdo tripartito o “troika”[1]  (en-Nahda, Ettakatol y el Congreso por la República) es sintomática de las dificultades de este proceso de transición. La incertidumbre económica y la seguridad también preocupan a los tunecinos, que han visto activarse movimientos armados islamistas en zonas de montaña.  La Constitución, hija y fruto de este proceso, fue finalmente aprobada en enero de 2014, abriendo paso a la disolución de la Constituyente y a la celebración de elecciones, primero legislativas (octubre) y luego presidenciales (noviembre y diciembre), de las que saldrán un gobierno regular y un presidente no en funciones de la República.

 


[1] Como resultado de este acuerdo de 2011, en-Nahda se hacía con el gobierno, Ettakatol con la presidencia de la Asamblea Constituyente y el Congreso por la República con la presidencia en funciones de la República.