Israel se prepara para un vuelco electoral

Fuente: 
El Mundo
Fecha de publicación: 
11 Mar 2015

El dúo de centro izquierda formado por Yitzhak Herzog y Tzipi Livni lidera los sondeos. Las alianzas en la Knésset dan más opciones al primer ministro Benjamin Netanyahu

Sucedió el 17 de mayo de 1977. Esa noche Haim Yavin, más conocido como "Mister Televisión", certificó el histórico momento que marcó la transformación de Israel. El presentador de la cadena pública identificada con el 'establishment' laborista anunció los resultados electorales.

"¡Maapaj! (Vuelco, en hebreo)", proclamó con solemnidad. Por primera vez desde la creación de Israel en 1948, la izquierda perdía en las urnas ante el Likud de Menajem Beguin. Esa noche, Israel aceleró el camino de un cambio político, social, demográfico e ideológico tan grande que si este martes el presentador grita "¡Maapaj!, los espectadores entenderán que la izquierda ha ganado.

Si bien el dúo de centro izquierda formado por Yitzhak Herzog y Tzipi Livni lidera los sondeos, las alianzas en la jungla de la atomizada Knésset dan más opciones al primer ministro Benjamin Netanyahu para formar el gobierno 34 de Israel.

La derechización de la sociedad-Likud es el mejor ejemplo: aleja un acuerdo que requiere concesiones históricas en la Cisjordania ocupada por Israel en la guerra del 67. Estados Unidos asegura que no interviene en los comicios pero espera que el ganador "impulse intensamente el proceso de paz". En otras palabras, el presidente Barack Obama no votaría al "republicano" Netanyahu.

La visión de los fundadores del país socialista en torno a los kibutzim (agrupaciones agrícolas) y del estado de bienestar social da paso a un país dominado en la última década por un Gobierno conservador. En los pasillos del poder, los hombres (Simón Peres) y mujeres (Golda Meir) de David Ben Gurion marcaban el ritmo de Israel. Hoy, los líderes de los colonos han aprendido a mover los hilos en la Knésset par obtener presupuestos. Su poder es mayor a la cifra que representan: 360.000 israelíes en Cisjordania. El líder del partido Bayit Yehudit (Hogar Judío) y ministro de Economía, Naftali Bennett es su gran portavoz en la cámara pero no el único.

El otro es el Likud como intenta reivindicar hoy Netanyahu. "Siempre hemos sido un partido moderado de centroderecha con ideales muy claros. Desgraciadamente es un movimiento cada vez más derechista", reconoce la ministra conservadora Limor Livnat. Símbolos del viejo Likud como Dan Meridor fueron castigados por un congreso cada vez más orientado a los asentamientos. El problema para 'Bibi' es que éstos prefieren votar a Bennett.

La pujanza derechista no sólo se explica por el factor demográfico.Los atentados suicidas palestinos de las últimas dos décadas han herido gravemente a la izquierda israelí y los ataques de Hamas tras la retirada de Gaza (2005) neutralizan cualquier posibilidad de hacerlo en Cisjordania. El atropello de un "lobo solitario" palestino en Jerusalén o un discurso beligerante de Abu Mazen son una fábrica de votos para el Likud. El avance yihadista en una región cada vez más violenta convierte en pesadilla el sueño de "un Nuevo Oriente Próximo" que proclamó en su día el "paloma" Peres.

"La no resolución del conflicto entre israelíes y palestinos ha influido en polarizar grandes partes de los dos pueblos que a su vez es también una reacción a la violencia. Ésta es intermitente pero no cesa. Los intentos para llegar a un acuerdo no dieron resultados positivos y han dividido a israelíes y palestinos", afirma a EL MUNDO el prestigioso profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Mario Sznajder . Y apunta: "Los más radicales en ambos bandos se empeñan que este conflicto no pueda ser solucionado".

 Como señala Sznajder, "ya no hay grandes partidos con muchos escaños como antes. Quien gane este martes deberá pagar precios muy altos a otros para poder formar gobierno lo que incentiva la inestabilidad".

 Los militantes del Likud nunca se han sentido atraídos por Netanyahu como lo hicieron con Beguin. Hoy, las bases más nacionalistas están conquistadas por el carisma y mensaje de Bennett. El entusiasmo de sus jóvenes seguidores se puede comparar al de los chavales socialistas en los inicios de Israel.

Bennett ha renovado y abierto un partido tradicionalmente cerrado lanzando un órdago a las viejas élites de izquierda. De hecho, el martes tendrá lugar también una batalla entre grupos y élites. "Los fundadores del sionismo era laicos. Tras 100 años, ha llegado el momento de volver a las raíces judías", proclama Bennett que anuncia su apoyo a Netanyahu como jefe de Gobierno tras el 17M.

Hace 114 años, se creó el primer kibbutz llamado Degania. Hoy, las localidades agrícolas han sido relegadas a un segundo plano sin apenas voz en la Knésset. Los lugares que provocaban la admiración mundial y donde el dinero no tenía valor han sufrido su propia transformación. Muchos de los kibbutzim ya no comparten caja sino deseo por el éxito de sus acciones en la Bolsa de Tel Aviv. Con todo, aún son el militante feudo del laborismo que está a cinco días de un vuelco histórico.

 

Sal Memergui

 

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2015/03/11/5500837c22601d73748b4589....