Bashar al Assad trata de legitimarse en Siria mediante una inaceptable farsa electoral

Source: 
El Economista
Publication date: 
Jun 16 2014

En Siria el presidente Bashar al Asad convocó elecciones, el pasado 3 de junio, en una sangrienta farsa para asegurar un tercer mandato de siete años. Sin embargo, tenía un trágico telón de fondo: más de 162.000 muertos, casi 10 millones de refugiados y desplazados, centenares de miles de heridos y detenidos, miles de desaparecidos?

Aunque casi 16 millones de ciudadanos estaban llamados a votar, los comicios sólo se llevaron a cabo en la parte del territorio que el gobierno controla. Esto es la capital, Damasco, algunas otras grandes ciudades y la franja costera.

 El simulacro puesto en marcha por Al Asad incluyó, por primera vez, dos marionetas: el diputado comunista Maher al Hayaer y el ex ministro Hassan al-Nuri. Ambos se prestaron a ser figuras de relleno sin posibilidad de triunfo.

 Las pretensiones de Al Asad son inaceptables porque es imposible certificar la honestidad y la transparencia del proceso electoral.

 Si cuando gobernaba con mano de hierro y sin disidencia alguna, Al Asad rozaba el cien por cien de votos favorables, ahora con medio país en manos de grupos opositores armados, "sólo" ha conseguido el 88,7 por ciento.

 Tras ganar estas surrealistas elecciones, Al Asad se dispone a afianzarse en el territorio bajo su dominio y recuperar zonas rebeldes.

 Si con las urnas es imposible que pierda, tampoco será derrotado en esta cruenta civil. Al Asad sigue actuando con total impunidad porque sus probabilidades de sobrevivir aumentan cada día por la fragmentación de la insurgencia. Existen más de mil grupos armados. La oposición política se encuentra dividida entre moderados e islamistas radicales. Debido al auge de estos últimos las minorías religiosas de Siria continúan apoyando mayoritariamente a Bashar.

 Cuenta, además, con el apoyo militar abierto de Irán y Rusia, sus proveedores de armas y municiones, así como con el del movimiento chií Hezbollah, cuyos milicianos combaten junto con sus tropas en distintos frentes de la guerra civil. Sin olvidar que con el veto de China y Rusia ha neutralizado al Consejo de Seguridad de la ONU.

 EEUU y la UE siguen sin respaldar una solución militar. El apoyo a los rebeldes en Oriente Próximo también se ha reducido. Aunque países como Turquía, Arabia Saudí y Qatar apoyaron a la insurgencia, únicamente este último ha armado a las facciones más extremistas. Y la visita del presidente iraní Hasán Ruhaní a Ankara señala el distanciamiento de Turquía respecto a los rebeldes.

 El articulista libanés Khairallah Khairallah destaca "el papel decisivo de Irán que se ha convertido en un jugador clave en Siria". Considera que Al Asad ha pasado a ser un instrumento dirigido por Irán a semejanza de Hezbollah en el Líbano. Los Ayatolás de Teherán han evitado el colapso del régimen de Al Asad. Siria necesitará años para una normalización sin ser una dictadura o una anarquía al estilo del Irak post Sadam. Eso si no se convierte definitivamente en un Estado "fallido".

Así pues, no hay ninguna perspectiva para lograr un acuerdo internacional siquiera de mínimos para poner fin a la guerra.

La respuesta de la insurgencia

A la insurgencia y la creciente amenaza terrorista el régimen responde con tácticas militares brutales. Entre ellas, el lanzamiento de barriles llenos de explosivos y metralla. Sin una trayectoria fijada refuerzan el efecto de fragmentación aumentando el terror. Estas bombas lanzadas desde aviones contra enclaves rebeldes han matado solo este año a miles de civiles. Tras más de mil días de muertes y sufrimiento el padecimiento de la población siria parece no tener fin.

 

Fuente/Source: http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/reform/seleccion-ed...